Como México no hay dos

Es bien sabido que el futbol mexicano es único, mágico, rebelde. Si comparamos al futbol internacional con el mexicano lo único que comparten son las reglas establecidas por la FIFA y hasta eso creo que no las respetamos al cien porciento.

En estos días se ha criticado mucho a los Tiburones Rojos de Veracruz quienes perdieron la categoría el torneo pasado y para mantenerse en el máximo circuito pagaron 120 millones de pesos, los aficionados al futbol mexicano no tomaron este hecho de buena manera, pero lo que tal vez estas personas no sepan es que los escualos no fueron los primeros en hacer esto para mantener la categoría.

A lo largo de la existencia de nuestra Liga de futbol profesional (Liga BBVA MX como se llama actualmente) han existido varios cambios en franquicias, es decir, equipos que han cambiado de sede, equipos que han desaparecido, etc. Un claro ejemplo de esto es lo acontecido esta semana, el ascenso de los Bravos de Ciudad Juárez que cambiaron la franquicia con Lobos BUAP logrando llegar al máximo circuito y no de forma deportiva.

Algunos otros cambios de franquicia en nuestro futbol han sido por ejemplo, los Jaguares de Chiapas que pasaron a ser Querétaro, los Ángeles de Puebla en 1988 se convierten en Santos Laguna, y el propio Veracruz que en 2013 compró la franquicia de la Piedad, por mencionar algunos.

Estos movimientos son únicos del futbol mexicano, la afición se proclama molesta y catalogan estos tratos como "antideportivos" pero a mi punto de vista, estos cambios son buenos. Equipos como los Bravos de Ciudad Juárez que son equipos con buenos proyectos, con ganas de jugar puedan remplazar a equipos que se encuentran en el máximo circuito y no tienen un proyecto establecido, me parece que podemos darle lugar a otros equipos que en verdad deseen jugar en primera división.

Foto: Srnoticias

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